La Menorca nua, ingènua i subtil
Desde finales del invierno de 2014 hemos conjurado una fábrica de los sentimientos. Nos deleitamos a través de nuestras composiciones. Fusionamos letras e imágenes para confluir en un pequeño collage que nos hace remover el interior de una forma gratificante. El trabajo es muy sencillo y el resultado acogedor, quizá por eso nos abrazamos fuertemente a las palabras para avenirnos en el montaje. Por otra parte, funcionamos independientemente, uno es el mecánico de la literatura y el otro de la fotografía. Así nacieron las ganas de rodar motores y carburar una procesión en forma de exposición, libro e incluso audiovisual. No sabemos qué nombre tiene esta fusión, pero de lo que tenemos certeza es de su ingenuidad, transparencia y perspicacia. De esta forma hemos titulado el juego como: La Menorca desnuda, ingenua y sutil. Disfrútala.
Mianorca... rere una mirada, les paraules
Todas las imágenes expuestas en este libro me hablan, mantienen un diálogo, se pueda percibir quizás un mensaje. Lo difícil, pero, era expresarlo con palabras; de ahí el planteamiento de instar a los colaboradores los relatos adecuados que dieran significación.
Cómo dijo un día mi buen amigo y fotógrafo Tomàs Rotger: setenta escritos que pueden suponer setenta lecciones para seguir aprendiendo de la fotografía y del camino.
La mayoría de imágenes que configuran el libro son fotografías realizadas con largas exposiciones diurnas, lo que favorece a transmitir misticismo y soledad que, al fin y al cabo, era lo que buscaba y al mismo tiempo me seducía.
Perfecto o imperfecto y fiel a la realidad, cuyo cotidiano me proporciona el camino, entiendo la fotografía como la captura de un instante, un momento, un sentimiento o una emoción... Si en este libro se advierte este resultado, me doy por más que satisfecho.
Tacte
El idioma de quienes se comprenden va más allá de la palabra. La caricia, el toque despreocupado en brazos y espalda, así como un abrazo de confort, así como un juego de manos para dibujar en las arquitecturas de los cuerpos, el empujoncito para continuar y convertirse en el más gentil saludo.
Por un tiempo se nos ha borrado del mapa de las calles del pueblo todo lo palpable. Lo de no poder acercarte nada al otro es una nostalgia de tacto, una carencia vital que se nos reafirma como un valor imprescindible: tacto.
¿Cuántas veces nos hemos reprimido de acercarnos con un afectuoso abrazo y tanto nos ha asustado? Era "tacto", el lamento de estar encarcelados dentro de nosotros aun queriendo mostrar afecto.
Textos de Lluís Guasch y fotografías de Damià Coll (Libro agotado)
Acompañado de 70 col·laboracions escritas y fotografías de Damià Coll (libro agotado)